miércoles, 9 de mayo de 2007

El Doncel de Sigüenza


Hoy he mandado los papeles para matricularme en el curso de verano de Sigüenza de este año (¡como todos los años por estas fechas!), así que me parece bastante apropiado inaugurar este blog hablando un poco de este encantador pueblo.

Podría hablar de la catedral (magnífica) o del edificio del parador (un antiguo alcázar árabe en el que han hecho un trabajo de restauración fantástico) pero me parece mucho mejor y más interesante la figura que ha dado fama al pueblo: El Doncel de Sigüenza.

Este hombre, Martín Vázquez de Arce, murió en Granada en 1486 luchando contra el moro a la tierna edad de 26 años. Pero, en realidad, más que el Doncel en sí mismo, lo realmente interesante es tu tumba, que se encuentra en una capilla privada de la familia Vázquez de Arce en la catedral de Sigüenza (y que sólo es accesible previo pago, por cierto). Destaca del resto de sepulcros de su familia en la escultura que lo adorna y que representa al finado. Las demás son las típicas tumbas medievales de familias acaudaladas o de cierto rango en la que sobre la losa que cierra la tumba se encuentra esculpida la figura del fallecido, tumbado, con las manos sobre el pecho y, normalmente, sosteniendo una espada. Sin embargo, el Doncel se ha representado acodado, sosteniendo un libro en las manos, con las piernas cruzadas en una postura un tanto indolente, y la mirada perdida en el suelo. El encargo de su tumba fue hecho por su hermano Fernando, a la sazón obispo de Canarias, y se cree que se realizó en los talleres de escultura de Sebastián de Almonacid, en Guadalajara. Por ser tan peculiar y novedosa para su tiempo es complicada de clasificar, pero eso lo dejo para los interesados y/o expertos en arte entre los cuales no me encuentro.

Lo gracioso de todo esto es que en la giras turísticas que se organizan por la ciudad la mujer (ahora no recuerdo su nombre pero era encantadora y muy amena) que va ilustrando al personal sobre qué es esto o aquello o sus orígenes históricos, etc, etc, cuando le toca hablar del Doncel cuenta una historia que tiene bastante de peli de Hollywood. Según la versión oficial, este chaval, como miembro de la Orden de Santiago, fue a Granada a luchar contra el infiel y fue víctima de una cruel y traicionera emboscada. Al parecer, los malvados moros habían represado agua en la parte superior del curso de un rio en la Vega de Granada y cuando el Doncel fue a cruzar el cauce rompieron la presa y el caudal se llevó por delante a todo quisque (vamos, como hicieron con los Nazgûl en la peli del Señor de los Anillos). La mujer nos contó que allí se ahogó y que si la cota de mallas no le dejó moverse y patatín y patatán. Lo delirante es que, al parecer, cuando estaba agonizante le dijo a no sé quién que le dijera a su padre no sé qué y que quería que le enterraran en su pueblo.

Claro, esta historia tan confusa y un poco contradictoria me dejó bastante frio. O te ahogas o no te ahogas. Eso de las últimas palabras en brazos de un colega me huele mucho a final cinematográfico sensiblero tipo Spielberg. Como no me dejó muy contento, tuve que acabar preguntando a unos lugareños por su versión de la historia. Es un poco diferente, pero mucho más creible o eso me parece a mí.

El Doncel, como primogénito era el heredero del título y posesiones de su padre. A su hermano Fernando no le tocaba nada. Así eran las cosas. La costumbre, entonces, es que el primogénito se dedicara a las armas y el segundo al clero. Lo que pasa es que a nuestro querido Doncel, Martín, le gustaba mucho la farra y era un pichafloja que había desvirgado ya a medio Sigüenza cuando a su padre se le terminaron de inflar los cojones por tener a semejante vago en casa y le montó en un caballo y le mandó como paje del Primer Duque del Infantado a luchar a Granada.

Hombre, tengo que decir que también me parece un poco cruel por parte del padre. Mandar a la guerra a tu hijo, que lo más pesado que ha cogido en su vida es una copa de vino y su preparación militar la ha realizado entre las faldas de las mozas del pueblo, es mandarlo a una muerte segura. Pero ya se sabe que eran tiempos difíciles. En fin, para resumir, lo que ocurrió es que en la primera escaramuza en la que tuvo que combatir nuestro Doncel en Granada llegó un moro y le metió un alfanjazo que casi le parte por la mitad. Esto, por supuesto, tiene menos glamour, pero es más consistente con esas cinematográficas últimas palabras que se le atribuyen.

Claro, es es bien sabido, y esto es una verdad universal e intemporal, que cuando te mueres pasas a ser automaticamente una persona cojonuda, e incluso puedes llegar a ser realmente famoso sin haber hecho absolutamente nada en tu puñetera vida. Si el Doncel levantara la cabeza se troncharía de risa.

Sic transit gloria mundi

4 comentarios:

Galatea dijo...

Hola jacobo!!
Acabo de ver tu enlace en el msn y he venido corriendo. Se lo he ocntado a mi madre y lo hemos leído juntas.
Nos hemos partido de rissa y me encanta cómo lo expones (tacos incluídos, yo soy más "polite" jeje).
Me encanta haberte convencido para que te unieras a nosotros en este enorme mundo de blogger.
Bienvenido!!
Un beso infinito

Hipatia dijo...

Hola Jacobo:
¡¡¡Vaya sorpresoteeee!!!
Bienvenido a este lugar de no sé qué y no sé cómo hemos ido llegando, pero aquí estamos, que es lo importante.
Me ha encantado la exposición que has hecho y me he partido de risa.
Te pongo como enlace, ¿vale?
Este blog promete...
Besos desde la Enterprise.

PD. Por cierrrto, qué envidia que vas al curso de Sigüenza. Nosotros iremos al de Laredo. Están fenomenal. ¿Te apuntaaasss?

Khayyam dijo...

Gracias por los comentarios :)
Aún tengo esto en construcción y no sé si lo podré ir actualizando muy (ir)regularmente. Y ya iremos puliendo el estilo también, todo se andará.
Besos a las dos.

mahe dijo...

Hola Jacobo (he leído q te llamas así),yo estoy pasando unas semanas en Sigüenza, visitando a la familia y ayer tuve visita guiada a la Catedral. Me fascinó y además me quedé con ganas de saber un poquito más sobre el Doncel así que hoy me he puesto a buscar por Internet y me he topado con tu página. Enhorabuena por "la entrada" del blog, es graciosa y además tiene fundamento :) . Sólo quería comentarte un par de curiosidades más sobre el Doncel por si pudieran interesarte. Verás, el nombre de Doncel proviene de "doncella" que significa "virginidad", pero como bien explicas tú éste de virgen no tiene nada, así que te preguntarás "¿y por qué se llama así entonces?". Pues según cuentan es porque los estudiantes de arte que iban a la capilla a dibujarle se sentaban en tirereta en el banco de piedra de delante del sepulcro y al plasmarle en papel decían muy a menudo "parece una doncella, parece una doncella" y puesto que doncella es femenino, se quedó con "el doncel". Por otro lado, sabes que la tumba se empezó en el S. XV, la base es de estilo gótico, luego tiene una parte de estilo gótico renacentista y lo que es ya la figura del DOncel (tallada en Alabastro, material extremadamente delicado, más q el cristal) es de estilo Renacentista. Pero esto no es lo que quería resaltar sino que en el Renacimiento todo tiene un "por qué" y hay varias cosas curiosas. Por un lado en su tumba (y mucas otras)aparece la figura del León q significa "eternidad" y también aparece un perro , q significa "lealtad" y un "pajaro" (q por más q intento recordar no recuerdo que era). COmentabas también q en la época solía representarse a los muertos con las manos 1 sobre otra sobre su arma de guerra. Bueno, sí, pero a los que fueron del clero, se les representa con las manos juntas, hacia arriba y sobre el pecho. Por último, cuando quieras saber si una persona murió de causa natural o en acto bélico fíjate en su almohada, si ésta es de hierbajos, esparto, cuerdas (algo por el estilo) es que murió en guerra; si por el contrario es una almohada cómoda, entonces murió por causa natural. El Doncel la tenía de esparto.Bueno, esas eran las pequeñas curiosidades que sé, espero no haberte parecido entrometida.Es genial que haya alguien que escriba sobre estas cosas y más q tenga amig@s que se las valoren :) Un abrazo,Ana.